Transformando la realidad en el Corredor Seco de Guatemala

Transformando la realidad en el Corredor Seco de Guatemala

TRANSFORMANDO LA REALIDAD EN EL CORREDOR SECO DE GUATEMALA 

Chiquimula, Guatemala – En medio de la aridez del Corredor Seco de Guatemala, donde las lluvias escasean y la tierra se resiste a dar frutos, la voz de doña Silvia Verónica Gregorio Pérez emerge entre los testimonios de quienes han encontrado apoyo gracias a un proyecto que marca la diferencia.  

Doña Silvia Verónica es solo una de las 1,600 beneficiarias del proyecto “Aumentar la seguridad, mitigar los riesgos y satisfacer las necesidades humanitarias de las poblaciones vulnerables afectadas por otras situaciones de violencia, desplazamiento forzado e inseguridad alimentaria en el norte de Centroamérica», financiado por la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria (ECHO), ejecutado por Acción contra el Hambre en consorcio con otras organizaciones humanitarias. 

«¡Mire que aquí no hay nada! La milpa si no se acerca el aire, lo bota. El frijol el año pasado se perdió de una vez, no recogimos ni siquiera una libra», comenta doña Teresa Pérez López con rostro apesarado. Sin embargo, su tono cambia al describir el impacto positivo del fondo que recibió su hija Silvia Verónica: «Ahora como les vino un fondito que le dieron de Acción contra el Hambre, pues ahora estamos comiendo: frijolitos, arrocito, unas papitas…”. 

El testimonio de doña Silvia Verónica refleja la realidad de muchas familias en el Corredor Seco, donde las condiciones climáticas y la inseguridad alimentaria son desafíos persistentes. La ayuda llega en forma de transferencias monetarias, permitiendo a estas comunidades acceder a alimentos básicos durante los meses críticos de hambre estacional. 

El Corredor Seco Centroamericano enfrenta años de déficit de lluvia, perjudicando las cosechas de granos básicos como maíz y frijol. A este desafío se suma la disminución en los precios internacionales de productos clave, afectando la oferta de empleo en la región. Datos del Ministerio de Agricultura indican que 300,000 agricultores fueron afectados en 2018, con pérdidas de hasta el 100%. 

El proyecto liderado por Acción contra el Hambre busca contrarrestar estos impactos negativos, proporcionando asistencia alimentaria, fortaleciendo el sistema de salud local y promoviendo prácticas de protección de medios de vida contra desastres y riesgos climáticos. 

Los resultados esperados del proyecto incluyen que las familias vulnerables cubran sus necesidades básicas de alimentos, que el sistema de salud local sea fortalecido para tratar la desnutrición infantil, y que se establezca una estrategia pública de incidencia basada en información de seguridad alimentaria y nutricional. 

En palabras de doña Teresa Pérez, la esperanza ha vuelto a sus hijos y nietos gracias a este proyecto. «Ahorita estoy bien, feliz, contenta y les pido al señor que se haga siempre el proyecto, que no se pierda, que siga por adelante, porque uno de pobre se alegra cuando lo benefician en algo», concluye, expresando la gratitud y la necesidad continua de apoyo en esta región vulnerable de Guatemala. 

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