Brenda Esperanza Suchita Ramírez, del caserío La Ceiba, Talquezal, forma parte del proyecto “Mejorando la nutrición en comunidades indígenas Ch’orti’ del departamento de Chiquimula en el marco de la pandemia por COVID-19 con un enfoque de prevención en salud y participación comunitaria”, que cuenta con el apoyo de Fundación MAPFRE.
Brenda forma parte del proyecto como joven consejera, un modelo innovador de consejería en salud materno infantil liderado por adolescentes locales que se lleva a cabo en comunidades para apoyar a las familias en el proceso de cambio de comportamiento para la mejora de las prácticas de salud y nutrición, alimentación y cuidados del niño.
Como ella, en el proyecto hay otros 15 adolescentes entre 15 y 18 años haciendo visitas y dando apoyo a 150 familias de los municipios de Jocotán y Chiquimula que tienen niños/as menores de dos años y que reciben consejería de salud y nutrición materno infantil e higiene y medidas de prevención de COVID.
Orientación adaptada a las necesidades
Los/as jóvenes consejeros/as como Brenda realizan sesiones de orientación de manera mensual en cada hogar, llevando un mensaje de acuerdo con la edad del niño pequeño o al período de embarazo en el que se encuentra la madre, cubriendo el período importante de la Ventana de los Mil Días. Esta atención la reciben las familias que tienen niños menores de dos años o en las que la madre está embarazada, con el propósito de incrementar la ayuda que reciben las personas de la comunidad. Muchas de las familias que visitan los jóvenes como Brenda viven en zonas de difícil acceso y puede resultar complicado para ellos desplazarse hasta centros médicos o de atención.
“Sé que este proyecto es beneficioso para mí. Ya llevo un año trabajando y haciendo visitas a las familias. Les capacito para mantener a los niños en entornos con buenas condiciones de higiene, para que crezcan saludables”, explica Brenda.
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De esta forma los/as jóvenes consejeros pueden tener experiencia para luego acceder al sector laboral de una forma más fácil.
“Siempre estoy bien atendida por las familias en las visitas, yo estoy pendiente de ellos y me reciben a la hora pactada. Tengo 24 familias asignadas, todos los días prácticamente tengo visitas agendadas”, comenta esta joven beneficiaria.