Rita Castellana: “Sin las capacitaciones no tendríamos la experiencia de saber qué hacer”

Rita Castellana: “Sin las capacitaciones no tendríamos la experiencia de saber qué hacer”

Rita Castellana del caserío La Ceiba, Talquezal, madre de siete niños, forma parte del proyecto “Mejorando la nutrición en comunidades indígenas Ch´orti’ del departamento de Chiquimula en el marco de la pandemia por COVID-19 con un enfoque de prevención en salud y participación comunitaria”, que cuenta con el apoyo de Fundación MAPFRE.

Rita vive en una zona de difícil acceso de Chiquimula en la que hay problemas como la falta de trabajo, y por tanto de ingresos constantes y seguros. Su marido trabaja de jornalero en el campo.

Actualmente Rita forma parte de este proyecto, porque uno de sus hijos tiene menos de dos años y acude cada mes a las sesiones de pesaje y tallaje en el centro de salud, donde además se hace entrega de Incaparina a las familias para controlar el avance en el peso de los niños. Se trata de una mezcla de harina de maíz y soja, fortificada con hierro y zinc que es muy versátil ya que se puede cocinar con otros elementos.

Son 650 las familias beneficiarias de este proyecto, como la de Rita, que cuentan con niños menores de 2 años, mujeres embarazadas o lactantes con alimentación complementaria.

“Se agradece esa ayuda que nos dan con la Incaparina, porque uno no tiene la capacidad de comprar esas cantidades que recibimos y necesitamos. También nos explican cómo hay que cocinarla y los jóvenes que nos visitan todos los meses nos capacitan”, comenta la beneficiaria.

Capacitaciones a domicilio

Rita Castellana
Rita Castellana del caserío La Ceiba, Talquezal, madre de siete niños, forma parte del proyecto “Mejorando la nutrición en comunidades indígenas Ch´orti’ del departamento de Chiquimula.

Cada mes, a la casa de Rita acude una joven consejera que también forma parte del proyecto y que se encarga de proporcionar a la familia consejería de salud y nutrición materno infantil e higiene y medidas de prevención de COVID. Como esta hay otras 150 familias de los municipios de Jocotán y Chiquimula que reciben dichas visitas mensuales en el proyecto de la mano de 16 jóvenes consejeros/as.

“Las visitas ayudan mucho porque todo lo que uno no comprende los jóvenes lo explican. Por ejemplo, que si un niño está bajo de peso hay que llevarlo al centro de salud, que a la hora de darle el pecho siempre hay que tener las manos limpias, cada cuánto hay que cambiar los pañales…sin esas capacitaciones no tendríamos la experiencia de saber lo que hacer”, explica Rita.

El proyecto también promueve prácticas de alimentación y cuidado infantil a través de la entrega de kits que incluyen además de insumos de higiene para niños pequeños, utensilios para promover que los niños y niñas pequeños deben tener una comida individual y no consumir del mismo plato de la madre u otra persona, lo que limita su alimentación.

“Acabamos de recibir jabón, toallitas, panitas, cubetas, cucharas…nos sentimos agradecidos y nos sirven de mucho porque sino uno no podría comprarlas. También nos entregaron alfombras para que los niños jugaran en ellas y no en el suelo”, comenta Rita.

Compartir en Facebook Compartir en Twitter
Te puede interesar
Leave a Reply

Your email address will not be published.Required fields are marked *