En el año 2020 Acción contra el Hambre realizo un levantamiento de información, sobre la situación alimentaria en familias afectadas por la COVID 19, coordinando con organizaciones de Guatemala, Nicaragua, el Salvador y Honduras. El estudio indica la situación de las familias que viven a lo largo del corredor seco centroamericano que se extiende desde la zona pacifica de Costa Rica hasta el sur de México donde se concentra la mayor parte de la población de los cuatro países y donde las comunidades rurales se ven afectadas por épocas de sequía.
De acuerdo con la información en este periodo las familias le hacían frente a la crisis alimentaria sumado la dificultad de movilizarse, el acceso a los mercados, el acceso a un trabajo que impedía ingresos económicos para llevar alimentos a sus hogares, lo que obligo a optar por estrategias de sobrevivencia que consistieron en la venta de enseres o bienes y prestamos que empobrecen más a la población. La niñez y adolescencia se vio obligada a dejar la escuela, siendo una decisión no tan relevante porque muchos de los países centroamericanos a excepción de Nicaragua las clases se suspendieron.
La conclusión ha sido que uno de cada 10 hogares del corredor seco tiene una seguridad alimentaria adecuada que les permite alimentos de una forma más saludable; 9 de cada 10 familias enfrentan inseguridad alimentaria, porque no tienen acceso a alimentos y los que hay son de mala calidad, además se reduce los tiempos y cantidad de comida.
Acción contra el Hambre durante la pandemia ha realizado su programa de transferencia económica con la entrega de alimentos coordinado con socias locales y otras organizaciones alcanzando aproximadamente a 100,000 personas en los meses de pandemia. Centroamérica aún necesita de ayuda para mejorar las condiciones de vida en las familias siendo necesario que los países inviertan en programas de lucha contra la pobreza.