A través de su cooperativa logra capacitarse y tecnificarse para  expandir su negocio de artesanías de henequén

A través de su cooperativa logra capacitarse y tecnificarse para  expandir su negocio de artesanías de henequén

La vida de Juan Francisco Carazo Moreno, de 42 años, dio un giro de 180 grados. Tras años de pensar en producir para subsistir y tras el impacto causado por fenómenos naturales como el Mitch en 1998, decidió emprender y se aventuró a la producción de la planta tradicional de Somoto, su tierra natal, el henequén, y la transformación de su fibra base para la fabricación de sogas y cordeles.

Carazo Moreno, socio de la Cooperativa de Turismo Comunitario Protectores del Medio Ambiente (Cotucproma), recuerda que antes de ser parte de la asociación trabajaba de forma artesanal, utilizando prácticas ancestrales, “sacando la fibra de manera muy rústica, muy dilatada para procesar la fibra, utilizaba unos bolillos que fueron usados por los antepasados”.

Al exponer su experiencia, el artesano señala que con ese procedimiento lo máximo que lograba producir eran 5 libras de fibra, lo que no le permitía expandir su negocio.

Carazo, socio activo de Cotucproma, recuerda que un diagnóstico realizado por Acción contra el Hambre en la cooperativa, “dio como resultado la debilidad que yo tenía, producto de eso fui invitado a capacitación e intercambio de experiencias, en diferentes temáticas, fortaleciéndome en muchos ámbitos muy importantes e innovar”.

Tecnificación

Juan F. Carazo Moreno
Juan Francisco Carazo Moreno, artesano, miembro de Cooperativa de Turismo Comunitario Protectores del Medio Ambiente (Cotucproma), muestra parte de las artesanías que elabora con henequén.

Paralelamente recuerda que fue apoyado para adquirir una máquina industrial que le permitió dejar las prácticas ancestrales a una producción más avanzada que le permitió mejorar la producción, generar más fuentes de trabajo y descubrir otros segmentos de mercado, “debido a la innovación y transformación de nuestros productos”.

Carazo elabora tapetes, tapices, aislantes de calor, forros de botellas, cuerdas para embarcaciones, cabuyas, entre otros artículos. La demanda de sus productos está aumentando y está incursionando en nuevos mercados.

“Nos encontramos en un momento en que hemos tenido visitas no solo de empresarias que tienen puestos en el Aeropuerto sino de gente de Masaya que está demandando la fibra, de la que se hace cable para embarcaciones, ellos también transforman la fibra; gracias a ese gran apoyo, que hemos tenido”.

El artesano somoteño fue capacitado con la metodología My.Coop que le permitió adquirir conocimientos y habilitades de gestión empresarial. “Hemos avanzado en gran manera gracias al esfuerzo de todos, Cotucproma, Acción contra el Hambre, los protagonistas artesanos y todas y todos los involucrados en este proceso muy importante, el fruto de esto ha sido exitoso”, expresó Carazo durante la socialización de resultados de los talleres de formación de socios y socias de cooperativas equidad de género, como parte del Proyecto Fomento de Economías Locales y Empoderamiento Económico, desarrollado con fondos de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID).

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