El paso de los huracanes ETA & IOTA por Guatemala, Nicaragua y Honduras supuso un enorme reto para las personas afectadas que, de la noche a la mañana, vieron sus vidas sacudidas por fuertes vientos y lluvias continuadas que pusieron en riesgo a sus familias, sus hogares y sus modos de vida, además de la estructura y funcionamiento de sus comunidades.
Las zonas rurales de estos tres países fueron las más dañadas. Lugares donde ya existen problemas de comunicación y acceso tuvieron que manejar grandes movimientos de población, desbordamientos de ríos, cortes en las telecomunicaciones, daños en carreteras, y dificultades para el suministro de aguas y alimentos.
Las comunidades hicieron esfuerzos para organizarse, responder y manejar las tormentas y sus efectos con los recursos y los conocimientos que tenían, apoyados por instituciones, asociaciones y organizaciones en diferentes fases de la alerta.
Acción contra el Hambre, que participó en el despliegue de la ayuda durante los huracanes y tras su paso, ha querido conocer y recoger las experiencias, brechas y lecciones aprendidas a nivel comunitario en los mecanismos de preparación y respuesta de las poblaciones afectadas, a través de las aportaciones de la comunidad, el gobierno local y regional.
El objetivo es aprender de la experiencia y aportar recomendaciones ante futuras amenazas, recogiendo la visión de las personas afectadas en comunidades seleccionadas de cada país: El Rodeo, El Boquerón y Chiquihuil, en Huehuetenango (Guatemala); Wasla y Koom, en Waspam Río Coco (Nicaragua), y Bella Vista y Nueva Esperanza, en Villanueva (Honduras).
En los últimos meses, nos desplazamos a estos lugares para hacer talleres comunitarios y entrevistas en profundidad con residentes, líderes y lideresas, y representantes de instituciones locales y regionales.
De ellos y ellas hemos escuchados sus vivencias y valoraciones desde un enfoque de gestión de riesgos, considerando aspectos clave como el impacto emocional o en infraestructuras y medios de vida, la respuesta y la organización comunitaria, la gestión de los albergues de acogida a evacuados, qué mecanismos de comunicación y alerta temprana hay o faltan, la capacidad para evaluar daños y la organización institucional.
Estas acciones forman parte del proyecto regional «Alerta temprana multipeligro para Centroamérica (CAMHEW); Gestión de la Información, Empoderamiento Comunitario y Preparación de CVA”. Este proyecto pretende mejorar la información y los pronósticos sobre riesgos basados en evidencias, la recogida de información sobre seguridad alimentaria y las necesidades de protección de las comunidades. Además, pone el foco en el empoderamiento de las comunidades más expuestas a riesgos y más vulnerables, y en la mejora de las respuestas a emergencias y su anticipación.
Lo implementamos junto a Save the Children y nuestras socias ejecutoras GIS4TECH y el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres en América Central y República Dominicana (CEPREDENAC), con la financiación de ECHO.